Hoy horneamos plantillas
Casi en cada país tienen un nombre diferente, por ejemplo en España se llaman bizcochos de soleta o de soletilla, en Uruguay plantillas, en Argentina vainillas y en Alemania Löffelbiskuits/Löffelbiskuite (bizcochos de cuchara), por citar unos pocos ejemplos.
Su origen se remonta a Francia, a finales del siglo XV.
Su característica es que la masa es muy liviana, ya que se hace (en parte) por claras batidas a punto nieve. Habitualmente se espolvorean con azúcar impalpable.
En nuestro caso utilizamos una receta que lleva poco azúcar y además no le espolvoreamos azúcar impalpable por encima. ¡Quedan muy ricas y así son más sanas!
Acá va la receta:
Un paso importante es precalentar el horno a 190ºC desde el inicio, porque como verán, el procedimiento para preparar la masa es muy rápido y necesitaremos que el horno esté bien caliente cuando las pongamos a hornear.
Necesitamos:
- 3 huevos (separadas las claras de las yemas)
- 8 cucharadas de azúcar (separadas 4 y 4) -nosotros utilizamos azúcar moreno-
- 5 cucharadas de almidón de maíz (maicena)
- 1/2 taza de harina
- una asadera grande (=bandeja para horno grande)
- papel de horno
Batimos las claras llevándolas a punto nieve; en el proceso iremos agregando lentamente 4 cucharadas de azúcar.
Por otro lado batimos las yemas con las otras 4 cucharadas de azúcar; a esta preparación le agregamos gradualmente las 5 cucharadas de almidón de maíz.
Mezclamos con cuidado las dos preparaciones.
Posteriormente agregamos la media taza de harina y mezclamos lentamente hasta tener una masa homogénea.
Sobre la asadera colocamos el papel de horno y comenzamos a formar las plantillas. Si queremos que tengan la forma tradicional -alargada- podemos ayudarnos de una manga pastelera o podemos darles dicha forma con dos cucharas. También podemos hacerlas redondas.
Las llevamos al horno (190ºC) durante (SÓLO) 5-6 minutos! Cuando apenas comiencen a dorarse estarán listas! Es importante no sobrepasar ese tiempo porque quedarían secas.
Las dejamos enfriar antes de separarlas del papel de horno.
Si como nosotros, optan por no agregarles azúcar impalpable, tengan cuidado al guardarlas, porque al ponerlas unas encima de otras pueden tender a pegarse, así que les recomendamos que alternen entre una capa y otra de plantillas papel (puede ser el mismo papel de horno).
¡A merendar!