Burano: la isla de las casas de colores
Cuando pensamos en Venecia, solemos pensar únicamente en la ciudad de los canales. Sin embargo, podríamos decir que la gran Venecia abarca más alla de la propia ciudad. En este caso comprendería también Burano, Murano o el Lido, entre otros. El archipiélago de Venecia, al fin y al cabo, comprende numerosas islas desconocidas. Y a todos estos sitios se puede llegar en vaporetto desde Venecia.
La isla de Burano es una pintoresca isla a 1h aproximadamente en vaporetto desde Venecia. Concretamente, tomaremos la línea 12 o 13 desde Fondamente Nove, que es una de las grandes paradas de vaporettos de Venecia. Lo de pintoresco le viene como anillo al dedo, ya que lo más llamativo de Burano es precisamente que las casas están pintadas cada una de llamativos colores. Cada una de un color diferente. Y es aqui, donde reside la belleza de la isla, ya que sin esta mezcolanza de colores, la isla de Burano no sería más que una humilde aldea de pescadores a la sombra de Venecia.
La isla se visita en apenas un par de horas, y concretamente, los grandes atractivos de esta isla son los siguientes:
- Las casas de colores
- La torre inclinada
- Los encajes de bolillos
Sobre los encajes de bolillos no vamos a decir nada ya que no nos interesaba demasiado. Tan sólo comentar que su elaboración ha sido tradicionalmente muy importante para la isla, y que en algún sitio del pueblo hay un museo dedicado al bolillo. De hecho, en muchas tiendas de turistas se pueden comprar artículos hechos en bolillo.
Las casas de colores
La isla de Burano es la isla de las casas de colores, y esto es realmente llamativo. Si bien yo nunca pintaría mi casa de colores tan chillones, lo cierto es que el conjunto completo de las casas multicolores es realmente bonito. Es agradable pasear por las calles de Burano sin ningún tipo de prisa o rumbo.
Hay varias explicaciones sobre el por qué de esta mezcla de colores, pero lo cierto es que ninguna parece muy convincente. Algunas explicaciones señalan que los pescadores empezaron a pintar las casas de colores para así poder distinguirlas más facilmente mejor desde el agua cuando hay niebla. Otras sin embargo dicen que cada cada pescador pintaba la casa del mismo color que su barco, de forma que si un barco sufría un desastre, sólo por el color sabrían a qué casa habría que llamar. Tampoco encuentro por otro lado datos que indiquen cuando comenzó esta tradición.
La torre inclinada
La torre inclinada es el campanario de la iglesía de San Martin, y es visible desde toda la isla. La inclinación de la torre es más que patente, y da la impresión que en cualquier momento se puede caer. Se supone que fue restaurada hace poco, pero lo cierto es que da la impresión de tener un aspecto un poco descuidado. Tampoco ayuda el hecho de verla TAN inclinada.
Conclusión
Burano es un pueblo de pescadores, y eso se nota por todos sitios. Al igual que Venecia, tiene canales y puentes que van recorriendo el interior del pueblo, pero en comparación con Venecia, no encontraremos grandes o suntuoso palacios. Se trata más bien de humildes construcciones, que si no fuera por lo pintoresco de las casa de colores, aunque si bien es agradable, lo cierto es que sería irrelevante. Esto se aprecia en que nuevamente comparando con Venecia, muy poca gente visita Burano. Al fin y al cabo, tampoco hay mucho que hacer salvo pasear tranquilamente sin rumbo.
¿Merece entonces la pena visitar Burano? Yo creo que sí, pero sólo si tienes tiempo de sobra: una visita a la isla ayuda a poner un poco más en contexto y entender que la singularidad del mundo acuático de Venecia es más bien una característica de toda la zona del Venetto. Te da también una idea de cómo debió ser Venecia antes de convertirse en la potencia comercial que fue en la antigüedad.
