Año 2019
Ante todo, ¡Feliz año nuevo!
Sí, ya sé que casi estamos ya en febrero, pero uno escribe cuando tiene tiempo, y hasta hoy no ha podido ser. Y punto.
Para el que no lo haya notado, 2019 es el último año de la década de los 2010. Será por tanto un año de transición hacia la tercera década del siglo XXI. Ahí es nada. Y aunque no nos demos cuenta, el mundo ha cambiado muchísimo desde el inicio del siglo: las Torres Gemelas se cayeron, el Euro entró en funcionamiento, llegó la crisis y el cuarteto de Facebook, Amazon, Google y Apple dominan el mundo. Por otro lado, China resurge con fuerza, los populismos se han abierto un hueco en el mundo y parece que volvemos a tener una especie de carrera espacial. Que por otra parte, se cumplen 50 años de la llegada del hombre a la Luna.
Lejos de todo este trascendentismo, nuestros objetivos son más humildes: hacer algo más de deporte, mejorar el inglés, aprender alemán y en definitiva, aprovechar el tiempo lo mejor posible. Objetivos y buenas intenciones que a veces quedan en nada. Pero ello no quita que haya que intentarlo. Por ello, aquí mi lista de cosas pendientes de hacer este año:
- Aprender más sobre Redes Neuronales e Inteligencia Artificial, que a día de hoy soy más un experto en Estupidez Artificial que otra cosa.
- Leer tanto como sea posible. He aqui la lista a día de hoy de libros pendientes de leer:
- El coronel no tiene quien le escriba, de Gabriel García Márquez
- Manual de Historia del Uruguay, de Santiago Bollo. No en vano, ¡mi relación depende de esto!
- El caso del gatito imprudente, de Erle Stanley. Este libro concretamente lo tengo desde hace años dando vueltas por la mesa y ya es hora de saber qué le pasa al gatito. No espero mucho de él, la verdad
- Invirtiendo a largo plazo, de Francisco García Paramés. Gurú de las inversiones, apodado por muchos el Warren Buffet español, aunque este año pasado le ha salido la apuesta un poco regular.
- The Scape Book, de Ivan Tapia. Un libro muy interesante que simula ser una scape room pero en formato libro. Parece entretenido cuando menos.
- Visitar al menos un museo al mes. Y es que, tras 9 años en Madrid apenas visité El Prado, el Reina Sofía y el Thyssen. No puede pasar lo mismo con Múnich.
- Encontrar un bar que ponga croquetas en Múnich. Ya estoy cansado de las salchichas. ¿Dónde están mis croquetas?
- Hacer una escapada a los alrededores al menos una vez al mes. ¡El tiempo corre y hay que aprovecharlo!
- Hacer estiramientos una vez al día, que tengo la misma flexibilidad que un gato de escayola.
- Hacer un muñeco de nieve que le guste a mi sobrino. ¡Y es que este renacuajo es muy exigente con los muñecos de nieve! Que si no tiene bufanda, que la nariz tiene que ser una zanahoria, etc.
- Doblar el número de visitas en el blog. ¡Ya somos casi 5 gatos!
¡Y muchas más cosas! Pero como siempre, poco a poco.