Ensayos

Todo va a salir bien

Llamadme Eduardo. Soy esclavo de mi pasado, dueño de mis desgracias, pero también capitán de mi futuro. Me defino por antonomasia como polifacético, por eso hago todo tipo de cosas igual de mal: desde arreglar un enchufe, escribir un blog, entrenar redes neuronales, hablar con peluches o diseñar algoritmos de inversión automáticos capaces de multiplicar tus ahorros por cero. No soy optimista, más bien realista, pero sí positivista, por eso trabajo y me preocupo para que las cosas salgan bien. Y es que las cosas no salen bien por arte de magia, si no porque alguien se esfuerza en que así sea. Creo en el esfuerzo y el trabajo duro. Decídmelo a mi, que aprendí a leer y escribir al mismo tiempo que hablar. También aprendo de mis errores, por eso estoy constantemente creando errores más grandes, complejos y difíciles de resolver. Errores que a veces hacen daño a la gente que me rodea. Que a veces les hace llorar y sufrir. Por eso me siento muy orgulloso de mi novia, que a pesar de todo me quiere, me soporta, y creo que a veces hasta me entiende. También me siento muy querido por mis amigos, que son de lo mejor que uno se puede encontrar. Lástima tenerlos lejos y estar en una ciudad en la que nadie te entiende. Aunque bueno, tampoco me entendían en Madrid. En Sevilla tampoco, que yo soy sevillano pero voy de incógnito. Ahora también soy políglota, por eso hablo inglés, francés y dentro de poco alemán, y todos igual de mal. Y aunque no me entiendan, ni tampoco los entienda, siempre trato de ver el lado bueno de la gente. Pero soy también un radical. Por eso vivo con el temor constante de convertirme en todo aquello que odio. Y aunque crea que he perdido la chispa y el brillo de mis ojos, lucho por volver a recuperarlo. Y es que todo va a salir bien.