Subida al Zuspitze: la montaña más alta de Alemania
La montaña más alta de Alemania es el Zugspitze que desde sus 2962m de altura domina esta región de los Alpes. Todos los niños alemanes conocen este número de memoria. En su cima, se puede encontrar una estación de esqui, una estación meteorológica, un observatorio y un pequeño glaciar. O más bien sus restos. Por si esto fuera poco, también se encuentra la frontera entre Alemania y Austria.
Para subir hay varias formas posibles:
- En tren de cremallera
- En teleférico
- A pie
Ya subimos en una ocasión en el mítico tren de cremallera, que por cierto, justamente este año cumple 90 años. El teleférico es más o menos similar. Así que en esta otra ocasión tocaba a pie.
Ruta al Zugspitze
La ruta en pie al Zugspitze parte desde Garmisch-Partenkirchen, concretamente desde el estadio donde hacen los famosos saltos de esquí de año nuevo. Tiene unos 22kms de recorrido y un desnivel acumulado de unos 2500m. La ruta lleva unas 8h.
Aviso: La ruta completa sólo se puede hacer en los meses de verano. Concretamente entre junio y septiembre. Más alla de estos meses, el último tramo se encontrará cerrado entre otras cosas por la presencia de hielo.
Dividimos la ruta en las siguientes etapas:
- Desfiladero de Parthacklamm
- Refugio de Bockhütte
- Refugio de Reintalangerhütte
- Refugio de Knorrhütte
- Glaciar
- Ascensión final
La ruta de vuelta la haremos en el tren de cremallera. Este dato es importante, porque nos marcará el limite de tiempo para llegar a la cima. En los meses de julio y agosto, el último tren sale a las 17h45, pero en junio y septiembre el último tren es a las 16h45. Por lo que igual toca acelerar.
No es una ruta complicada, pero sí es bastante dura. Sobre todo las últimas etapas donde la pendiente empieza a ser bastante más pronunciada. Tampoco ayuda el hecho de no tener nada de sombra.
Recomendamos los siguientes preparativos:
- Agua en abundancia. Unos 2 litros está bien.
- Protector solar (no hagáis como yo)
- Gafas de sol
- Gorra o sombrero
- Ropa de abrigo para las últimas etapas
- Guantes, pero no de abrigo, si no más bien a modo de protección
- Bastones: esto es opcional, pero son de ayuda para las últimas etapas
Etapa 1: Desfiladero de Parthacklamm
Empezamos la ruta a las 7:00, comenzando a caminar desde el estadio olímpico de los saltos de esqui, y donde nos dirijimos hacia el desfiladero de Partnachklamm. Está bien señalizado y sólo hay que seguir la carretera.
El desfiladero consiste en una espectacular garganta por la que discurre el río Partnach con muchísima corriente. El paso en cuestión está excavado en la roca, a modo de túneles continuados desde los cuales se puede ver al río en todo su explendor. Algunos puntos de los túneles están muy oscuros, por lo que a veces hay que iluminarse con el móvil para evitar darse golpes con la cabeza.
Cruzar el desfiladero no es gratis: tiene un coste de 6€, pero merece la pena no ya sólo por las vistas y la experiencia, si no porque es la forma más sencilla de completar la primera etapa. Hay caminos alternativos, pero donde habrá que subir unos 300m de desnivel para más tarde volverlos a bajar. No merece la pena gastar fuerzas en esta primera etapa.
El desfiladero abre de forma oficial a las 8:00, por lo que igual toca esperar un poco. En nuestro caso nos tocó esperar hasta las 7:40 que abrió.
Esta primera etapa tiene una longitud de unos 4km y es totalmente llana.
Etapa 2: Refugio de Bockhütte
Desde el final del desfiladero nos dirigimos ahora hasta el refugio del Bockhütte, que se encuentra a unos 12kms desde el desfiladero y 1050m de altura. No tiene pérdida: tan sólo hay que seguir los carteles. ¡Así que atentos de no perder ninguno!
Ni que decir tiene que el paisaje en esta parte es espectacular.
Esta es quizás la parte más bonita de la ruta, ya que el camino discurre al lado del río y todo rodeado de árboles.
Esta etapa tiene ya una ligera pendiente ascendente, pero nada del otro mundo.
Etapa 3: Refugio de Reintalangerhütte
Llegados al Bockhütte enlazamos con el R45, que es el camino que finaliza en el Zugspitze. Finalizamos esta tercera etapa en el refugio de Reintalangerhütte, que se encuentra a unos 5km desde el Bockhütte y a 1350m de altura.
La llegada al refugio de Reintalangerhütte nos da mucha alegría ya que parece que hay casi una fiesta allí montada.
Esta parte de la ruta también es bastante bonita y podremos ver incluso una pequeña cascada, pero ya empieza a ser más patente el desnivel.
Etapa 4: Refugio de Knorrhütte
Pasado el Reintalangerhütte, seguiremos el río un poco más hasta llegar a una sorprendente llanura rodeada de montañas. Esta parte es espectacular. Mejor pararse a mirarla un par de minutos porque a partir de aqui, el paisaje y la dificultad cambian notablemente.
Al atravesar esta llanura, llegamos a una pared que comenzaremos a subir serpentando un pequeño camino. El camino es bastante pedregoso, siendo fácil resbalarse. Es aqui donde empezarán a ser útiles los bastones.
El desnivel de esta pared es muy acusado, y la sombra inexistente. Se hace especialmente dura, resultando en una enorme alegría cuando por fin se divisa el refugio de Knorrhütte.
Este refugio está sorprendentemente lleno de gente. No termino de entender cómo es posible tal cantidad de gente, pues hasta este punto, la ruta era muy poco concurrida.
Esta etapa tiene una longitud de 3.5kms y un desnivel acumulado de 800m.
Etapa 5: Glaciar
La parte que va desde el refugio de Knorhütte hasta el glaciar es algo más sencilla que el ascenso de la pared de la etapa anterior. La pendiente es algo menos pronunciada y el terreno no tan pedregoso. Las vistas y el paisaje es desolador: no hay árboles ni vegetación de ningún tipo. No es precisamente un paisaje bonito ni alentador.
Al final de la ruta se divisa ya la estación de esqui que se encuentra sobre el glaciar. Destacar también que esta parte de la ruta es especialmente transitada, siendo como una fila continua de hormiguitas.
El glaciar en sí es prácticamente ya inexistente. Algún tramo de la ruta se hará sobre nieve, pero son los menos.
No hay que llegar hasta la estación de esqui. Un poco antes se verá el inicio de la última etapa. La longitud de esta etapa es de 2.8km y 550m de desnivel.
Etapa 6: Ascensión final
La última etapa se realiza prácticamente escalando una pared vertical con ayuda de cuerdas de acero en los laterales. Sin estas cuerdas sería prácticamente imposible llegar a la cumbre. Es aqui donde usaremos los guantes.
La última ascensión tiene una longitud de 1km y 380m de desnivel y nos llevará en torno a 1h30.
Destacar que si se va mal de tiempo para tomar el tren de vuelta, una opción es llegar a la estación de esqui del glaciar y tomar un teleférico que te llevará a la cumbre.
Viaje de vuelta
Para volver hay dos opciones: el teleférico o el tren de cremallera. Ambas llegan al lago de Eibsee, y desde allí se puede tomar un tren que te dejará en la estación de Garmish. El viaje, usando cualquier combinación, es de 35€. Sí, es más bien caro.
Mi opinión personal es que si bien el teleférico es más impresionante y tiene mejores vistas, lo más rápido es tomar el tren de cremallera, ya que enlazará directo con el segundo tren que llega hasta Garmish-Partenkirchen. El teleférico, también llega al lago de Eibsee, pero no tiene enlace directo con el tren que llega a Garmish-Parterkinche, por lo que igual te toca esperar 30 minutos.
Resumen
Se trata de un desafío considerable, ya que al final de la ruta habremos caminado durante unas 8h unos 22kms, 2500m de desnivel, y la mitad de todo esto bajo el sol. Un reto del que sentirse cuanto menos orgulloso.
Salvando el inicio, no es tampoco una ruta bonita. A partir del segundo refugio el paisaje cambia notablemente, y en las últimas etapas es desolador.
¿Repetiría? Sí, pero dentro de bastante tiempo. Por ahora me quedo con otras rutas con más vegetación y más sombra.