Alemania,  Cultura,  Múnich

¿Qué es un Krapfen?

Desde hace cosa de un par de semanas en todas las pastelerías, cafeterías, panaderías y demás sitios varios han empezado a aparecer como setas los famosos krapfens. Famosos en su casa, porque yo es la primera vez que los oigo. Pero ya que los alemanes se vuelven locos con estos pastelitos, creo que merece la pena indagar un poco más.

A efectos prácticos, un krapfen no es más que la típica berlina o berlinesa que puedes encontrar en cualquier pastelería de España. En otros sitios también se conocen como bolas de fraile o suspiros de monja. Cualquier nombre se refiere esencialmente a lo mismo: una bola de masa esponjosa recubierta de azúcar glass. Esta sería la versión normal, pero luego hay cientos de variantes: rellenos de mermelada, chocolate, crema pastelera, etc. o recubiertos de caramelos, frutos secos, glaseados, … vamos, lo que se te ocurra.

Tipos de Krapfen que puedes encontrar en la pastelería Rischart

Pero aquí en Múnich, y por extensión en toda la región tirolesa, los krapfen son los pasteles típicos de la época de carnaval. En cierta manera son la versión alemana de las torrijas y pestiños españoles, y es normal encontrarlos hasta la Semana Santa aproximadamente. ¡A los alemanes les encantan! Por lo que es muy común encontrarlos en todas las celebraciones y reuniones familiares de esta época. ¿No sabes que llevar a casa de unos amigos? ¡Pues llévate unos krapfen!

Hoy merendamos krapfens

Aparentemente, el origen de estos pastelitos data de 1756, año en que un pastelero de Berlín se quería alistar en el ejercito de Federico el Grande para servir como artillero, pero que por ciertos problemas de salud fue rechazado. A pesar de esto, el rey Federico permitió que este pastelero sirviera como panadero de campaña en el ejercito. A modo de agradecimiento, este pastelero inventó estos pastelitos con forma de bala de cañón en honor al rey. Y como no poseía hornos al aire libre, en lugar de cocerlos, los freía en sartenes llenas de manteca.

Y sí, los krapfen son pasteles fritos, que no horneados. Su poder calórico es indiscutible. De hecho, dice la tradición que las mujeres bávaras cocinaban krapfens durante el invierno con el fin de coger calorías y grasas antes de la llegada de la cuaresma, donde había que ayunar. Y así hasta nuestros días, donde como ya hemos comentado, los krapfen son los pasteles típicos de estas fechas y un fenómeno socio-cultural.

Cómo hacen los Krapfen en Rischart

Vale, nos encantan los krapfen. Pero ahora en serio, ¿dónde están mis torrijas?