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Memorial del campo de concentración de Dachau

El campo de concentración de Dachau fue el primero en crearse (1933) y uno de los últimos en ser liberado (1945). Se dice que fue el prototipo a seguir para los demás campos en cuanto a organización y normas que allí se aplicaban, y una escuela de violencia para los miembros de las SS.

Los primeros prisioneros fueron de índole política: alemanes comunistas y social-demócratas que estaban contra el régimen de Hitler. Más tarde también estuvieron presos gitanos, homosexuales, testigos de Jehová, sacerdotes católicos contrarios al nacional-socialismo, judíos, emigrantes (por ejemplo españoles que habían huido del régimen franquista y que eran apresados por tropas de Hitler en otros países), criminales comunes, personas sin techo, alcohólicos o drogadictos.

Cada prisionero tenía un distintivo en su camisa: un triángulo invertido cuyo color variaba según el grupo al que pertenecía: rojo para presos políticos, marrón para gitanos, rosado para homosexuales, lila para testigos de Jehová, azul para emigrantes, verde para criminales comunes, negro para personas sin techo, alcohólicos o drogadictos; si la persona era judía, al distintivo anterior se le superponía un triángulo amarillo, formando así la estrella de David. 

Puerta original que se encontraba en la entrada del recinto

Este campo se construyó en el terreno de una fábrica de pólvora que estaba en desuso, por lo que fueron los propios prisioneros quienes tuvieron que construir casi todas las instalaciones. De forma perversa, la reja de entrada al recinto decía: “El trabajo te libera”. Este lugar que al inicio tenía 2 barracones, terminó teniendo 32, además de una cámara de gas y cuatro hornos crematorios. No se sabe cuántas veces fue utilizada la cámara de gas, ni si se utilizó con grandes grupos de personas.

Barracones que aún siguen en pie
Si bien 30 barracones tuvieron que ser demolidos por las condiciones en que se encontraban, los cimientos muestran dónde estaban y qué dimensiones tenían
La construcción de la derecha era el llamado búnker o prisión: allí se encontraban presos políticos o personas pertenecientes al clero. Las ventanas fueron hechas tras la liberación del campo, ya que las instalaciones sirvieron posteriormente como refugio.
Interior del búnker.
Patio donde diariamente los presos debían formarse, inmóviles, para ser contados

200.000 personas pasaron por este campo, ya que además de los prisioneros que directamente fueron destinados a él, Dachau recibió presos de campos que iban “cerrando” ante la inminente llegada de tropas aliadas. Esto generó -si cabe- peores condiciones: hacinamiento y epidemias. El traslado de prisioneros de un campo a otro se realizaba  tanto a pie como en trenes, que debido a la desnutrición y enfermedades de los presos y a las bajas temperaturas cuando se producían en invierno, generaba cientos de muertes en el trayecto. El día anterior a que los aliados llegaran a Dachau, interceptaron un tren que se dirigía hacia allí con miles de personas: todas desnutridas y muchísimas muertas. Algunas imágenes de ese horror pueden verse en un video que se presenta en el centro de interpretación que está en el memorial.

No se sabe cuántas personas fueron asesinadas allí por una u otra vía; se habla de más de 40.000, pero la existencia de los hornos crematorios hace que el número real no se conozca.

En las dos compuertas se colocaba el dispositivo con Zyklon B

El memorial se creó en 1965 por iniciativa de los prisioneros supervivientes: ellos no sólo tuvieron la valentía de recordar lo que vivieron en Dachau sino la inteligencia de saber que el silencio no enseña, y que el permitir que todos podamos conocer sus historias facilita que atrocidades de estas características no vuelvan a ocurrir.