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¡Cumpleaños feliz!
¡Sin duda hoy es un día especial! Los 17 de marzo festejamos muchas cosas, entre ellas el nacimiento hace 1 año de Clouds Factory!
Los temas sobre los que hemos estado escribiendo en este tiempo han sido diversos, pero ése, justamente, es el fin de nuestro Blog: escribir como si estuviéramos hablando con amigos durante una cena, un almuerzo, o un día en la playa.
Esperamos que sean cada vez más los amigos que se sumen a nuestras tertulias, compartiendo anécdotas, opiniones, o lo que quieran, hasta un mate!
Felicidades a todos, porque sin ustedes esto no tendría sentido.
De faros, croquetas y locatarios.
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Hoy, chocolate
Mudarse para vivir en otro país es difícil; pero ahora no me refiero a las decenas de cajas que hay que organizar a la partida y a la llegada, tampoco a elegir un nuevo hogar, ni a intentar aprender un idioma que jamás pensé que iba a estudiar. Me refiero a los afectos de los cuales nos alejamos: ya no estamos en su día a día y ellos tampoco están en el nuestro, al menos físicamente.
Las grandes amistades, gracias a las ganas y a la tecnología actual, siguen manteniendo una comunicación fluida, a veces más con el que ha migrado que con los que se quedan cerca. En el polo opuesto están las relaciones que se van apagando sin hacer demasiado ruido. En el medio están esas relaciones que queremos conservar; probablemente esto sea un proceso ameno y fácil si ambas partes tuvieran el mismo propósito. Pero cuando dos personas viven en diferentes países (y más aún cuando hay diferentes husos horarios y/o diferentes estaciones) la voluntad para lograr el objetivo tiene que ser aún mayor; o ¿vale una visita anual para mantener una amistad? Creo que no.
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Almacén de la Capilla
En Colonia, sobre todo en la zona de Colonia Estrella (a pocos kilómetros de Carmelo), es fácil encontrar bodegas; tanto es así que en la página del Ministerio de Turismo de Uruguay se promociona un circuito enoturístico.
Entre todas esas bodegas para mí destaca el Almacén de la Capilla, lugar centenario que Antonio Cordano creó para abastecer a los lugareños y proporcionar un lugar de encuentro para el vecindario; el nombre se debe a que a cien metros está la Capilla de San Roque.
¿Por qué destaca para mí? No es la más grande ni ostentosa de las bodegas de la zona, al contrario: es sencilla y pequeña, con un ambiente familiar que hace que visitarla sea sentirse como en casa; además, la calidad de sus productos, la amabilidad y simpatía de sus dueños (¡mis amigos!) quienes explican de una forma muy amena y personalizada la historia del almacén y su actividad actual -con un recorrido por las instalaciones incluido-, la tranquilidad de la zona que hace olvidarse del tiempo y disfrutar de los paisajes… para esto también cuentan con una cabaña escondida en medio de los viñedos, que tengo pendiente disfrutar.