Ardillas en Baviera
Dicen que en tiempos de los romanos una ardilla podía cruzar la península Ibérica de punta a punta, de árbol en árbol, sin necesidad de pisar el suelo. Verdad o no, lo cierto es que cada vez hay menos árboles en España, y al menos en la mitad sur de España, las ardillas son prácticamente seres mitólogicos. El norte es otra historia.
La primera ardilla la vi con unos 10-11 años en el Parque del Retiro de Madrid, en un viaje de verano que hice con mis padres y hermanas acampando por diferentes sitios de España y Portugal. Hasta entonces, lo más parecido a una ardilla que había visto era Chip y Chop. Obviamente, es normal no ver ardillas en Sevilla si sus alrededores son tierras de cultivo, pero lo cierto es que tras unos 8-9 años viviendo en Madrid, no he vuelto a ver ardillas por el Retiro.
No tengo fotos de aquella primera ardilla que vi con apenas 10 años, pero sí que tengo muchas de las que hemos podido ir viendo en Ottobrunn, Múnich y alrededores en los poco más de dos años que llevamos aqui. Y es que es relativamente fácil ver ardillas en esta zona, y no ya sólo en los parques, sino también entre las casas, y a veces, esquivando los coches mientras cruzan la calle.
Ardillas y compañía
Las fotos no son realmente muy buenas, ya que aunque las ardillas no sean animales asustadizos, sí que son bastante nerviosas y esquivas. Es fácil verlas porque no temen a los humanos, pero no pretendas que posen tranquilamente para la foto.
No hay datos que den una idea del número de ardillas que hay en la zona de Baviera, pero sí hay algunas iniciativas que tratan de dar una estimación del censo de ardillas. Hay por ejemplo una aplicación para que se anoten los avistamientos de ardillas en la zona. La idea es que cuando se aviste una ardilla, se anote en la aplicación, de forma que se compone un mapa de avistamientos que da una idea del número de ardillas en los alrededores. (La app para iOs y Android)
Aunque las ardillas son los animalitos que más simpatía despiertan, también es sencillo ver patos, gansos y conejos en los parques de la ciudad. Un poco más esquivos son los erizos, que aunque también hay muchos, es más complicado verlos porque son fundamentalmente nocturnos.
El entorno ayuda
El hecho de que las calles sean generalmente bastante arboladas evidentemente ayuda a que se mantenga la presencia de ardillas y demás animalitos. También ayuda el hecho de que haya muchos parques relativamente grandes repartidos por toda la ciudad. Pero también es decisivo la gran cantidad de casitas de madera que la propia gente coloca en árboles con comida para pájaros y ardillas.
Sin embargo, de las cosas que más me llama la atención es la cantidad de vegetación que hay en los alrededores inmediatos de la ciudad. Estamos hablando de una ciudad de en torno a 1.5 millones de habitantes, pero con grandes masas forestales a apenas unos kilómetros del centro. Es cierto que no se trata precisamente de bosques vírgenes, ya que son generalmente utilizados como explotaciones forestales para obtener madera. Pero también cumplen la función de acoger a los animalitos, así como de refrescar el ambiente y al mismo tiempo servir de lugar de esparcimiento.
Este equilibrio entre la naturaleza y lo urbano, si bien puede no ser perfecto, contrasta con lo que podemos encontrar en los alrededores de Sevilla o Madrid, que son las ciudades que mejor conozco. Resulta desolador el páramo mústio y seco que es la zona sur de Madrid, desde Getafe y Leganés a los alrededores de Rivas, donde casi lo sorprendente es ver un árbol. La zona norte de Madrid, como siempre, es otra historia.
Pd: ¡Aprende alemán con nosotros! Ardilla en alemán es: Eichhörnchen. Por otro lado, y también importante, cola de ardilla es: Eichhörnchenschwanz. Pato es Ente, y erizo es Igel.